“La codicia ha envenenado las armas, ha levantado
barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.
Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos
encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en
la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia,
duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.
Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que
inteligencia, tener bondad y dulzura.”
Del discurso final de la película "El
gran dictador", de Charlie Chaplin, 1940